Fringílido de unos 11 cm de longitud. Dorso parduzco con franja alar blanca. Cola escotada con zona distal oscura y laterales claros.

El macho en verano muestra laterales del pecho y mancha frontal de color rojo carmín con garganta y vientre blancos. La hembra más apagada, con pecho listado.

Vuelo característicamente ondulado, emitiendo con frecuencia su reclamo.

Euroasiático, hasta los Países Bálticos y Asia Central, incluso norte de África.

En la Península Ibérica es común en todas las regiones.

Sedentario, aunque en invierno recibimos migrantes del norte de Europa.

Frecuenta áreas abiertas salpicadas de matorral tanto en valles como en media montaña.

Común en zonas cultivadas donde existan setos y matorral suelto.

Durante el invierno es divagante en bandadas en tierras de cultivo o eriales con matorral escaso.

Cría en matorrales, viñas, pastos altos, brezales, etc.

Se alimenta de semillas de herbáceas que extrae con su pico puntiagudo. Los pollos son alimentados con insectos y orugas.

Cría en matorrales y arbustos bajos haciendo nido en forma de copa cerca del suelo construidos con herbáceas y lana. Frecuentemente en las viñas.

Durante el invierno se mezcla con otros fringílidos formando bandos que nomadean buscando alimento.

El canto es un gorjeo rápido y melodioso que suele hacer desde posadero sobre un arbusto.

Habitualmente lanza reclamos durante el vuelo, muy frecuentemente en parejas.

Su comportamiento y hábitats son parecidos al del jilguero, pero sus colores lo hacen inconfundible.

No amenazado.