La Gineta es la única especie europea de la Familia Vivérridos.

Carnívoro de mediano tamaño, de cuerpo estilizado, más ligero que un gato, puede alcanzar los 60cm de longitud del cuerpo y otro tanto de la cola.

Peso entre 1 y 2,5 kg.

Pelaje gris con marcado punteado en negro de manchas irregulares. Cola muy larga, ligeramente curvada y anillada en gris y negro.

La cabeza es puntiaguda, con abundantes bigotes en el labio superior.

Mediterránea. Sur de Europa, Norte de África hasta la Península Arábiga.

Puesto que no se han encontrado restos fósiles en Europa, se supone que su colonización ha sido relativamente reciente, traída posiblemente por el hombre desde el norte de África donde se usaba como animal doméstico haciendo el papel de los gatos, limpiar la vivienda de roedores. Su gran capacidad de adaptación pudo dar lugar a que se convirtiera en un animal silvestre que de hecho está perfectamente adaptado a los ecosistemas mediterráneos.

Bosques, matorrales espesos, sotos, fondos de barrancos con bosque y matorral.

A menudo en la cercanía de las zonas habitadas siempre que tenga espesuras donde refugiarse.

En bosques maduros con abundancia de troncos huecos hace sus nidales en ellos. Si estos no existen busca espesuras de matorral, zarzales y otros donde construye sus cobijos, que pueden ser varios para un mismo individuo.

De costumbres nocturnas, desarrolla la mayor parte de su actividad al comienzo de la noche.

Carnívoro, consume especialmente pequeños roedores forestales, así como aves que caza mientras duermen.

Capaz de aprovechar todo tipo de recursos del bosque, come abundantes frutos en otoño cuyos restos aparecen en los cagarruteros.

En el estómago de una gineta atropellada en la carretera, dentro del actual Parque Natural de Los Alcornocales, el autor encontró más de veinte garrapatas adultas que evidentemente habría consumido de la piel de algún cadáver. Esto nos puede dar idea de la capacidad de aprovechar variados recursos que posee esta especie.

Trepa a menudo a los árboles para acechar y cazar sus presas. La larga cola le ayuda a equilibrarse en sus movimientos entre el ramaje.

Una de sus características es la de defecar diariamente en las mismas letrinas ubicadas en lugares visibles de su territorio. Habitualmente están sobre piedras aisladas, o en resaltes rocosos, siempre bien visibles. En ellas podemos encontrar sus heces caracterizadas por ser habitualmente algo discontínuas, de unos 8 cm de longitud y 1 cm de grosor, con abundantes restos de pelo de los micromamíferos que come así como con restos de huesos. Las frescas son negras y las más viejas de color gris.

La huella es parecida a la del gato montés, con una almohadilla central más alargada y puede dejar marcados los cinco dedos, incluso si el terreno es fangoso puede marcar una pequeña almohadilla del tarso a modo de talón.

En las huellas no marca las afiladas uñas que son  retráctiles y van recogidas en sus pliegues.

Puede reproducirse en otoño, pero es más habitual que lo haga en primavera, con partos de dos a tres crías.

Habitual en los lugares boscosos de toda la provincia.

Localizada por Granada Natural en las cercanías de Motril, Cerro del Toro, y en Sierra de Lújar.