DESCRIPCIÓN DE LA FOTOGRAFÍA:
El cortijo Reolín y al fondo Sierra Gorda en primavera. Este cortijo situado cerca de la carretera Alhama de Granada-Salar es una buena referencia para acercarse a un entorno mítico, el tajo Espantaperros, un emblemático lugar para descensos sobre todo cuando lleva agua.
Comentan la belleza y dureza de este barranco pero también la suciedad y basura depositado en él.
Rápeles de hasta 20 metros, marmitas de dimensiones increíbles excavadas en calcáreo, cascadas donde hasta el agua se descubre a si misma y los saltos incitan la curiosidad de este entorno.
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