Tramo 2º:

 

Este recorrido, con unos 19 km de distancia, discurre atravesando los valles de los ríos Dílar, Dúrcal y Torrente, a una altitud media de 1.800 msnm. Este tramo con continuas subidas y bajadas, atravesando la orla dolomítica occidental es especialmente indicada para la observación de fauna y flora de Sierra Nevada. Las panorámicas sobre el Cerro Trevenque y los Alayos de Dílar son únicas.

 

Ficha Técnica:

 

 

Comentarios sobre la fotografía:

 

La bajada desde el Collado de Chaquetas y la subida por la Umbría de la Dehesa de Dílar, se hace dura, pero es un recorrido muy interesante en todos los sentidos. Merece la pena observar como la intervención del hombre adeheesó el bosque de Roble melojo (Quercus pyrenaica), existente en la zona y aclarado algunas zonas sucesptibles de cultivo, especialmente de centeno y las famosas, en otros tiempos, "papas de la sierra". Hoy día aún perduran numerosas corraletas y pequeñas construcciones de piedra, entre las que destacan los "hoyos de papas",  excavaciones recubiertas por muretes de piedra, donde se depositaban las patatas recolectadas y eran cubiertas de nieve para su conservación. De estas antiguas explotaciones agrícolas, ya no queda nada salvo algunas eras "empedrás", todas ellas de pequeño tamaño y algunos muros de lo que en su día fueron modestas construcciones rústicas. Sólo persiten en vigor las actividades pecuarias, con algo de ganado pastando en los bordes de los innumerables arroyos que atraviesan la Loma de Peñamadura.

 

En la fotografía puede observarse la panorámica que puede contemplarse desde la Loma de Peñamadura. En el centro está el Cerro del Trevenque con sus 2.075 msnm. Parte del tramo 2º del sendero Sulayr discurre por una pista forestal que une  los Collados de Martín y Chaquetas, puede verse en la imagen descendiendo  de derecha a izquierda.

 

En primer plano tenemos un Mostajo (sorbus aria), ya cerca de  su límite altutidunal superior (Supramediterráneo). A sus pies se extienden los piornos característicos de la alta montaña. Este piornal es realtivamente joven pues han ido ocupando e invadiendo lo que hace pocas décadas eran zonas agrícolas de cultivo de patatas y cereales.