Descripción de la Fotografía

• Fotografía mostrando las bellotas (frutos) y hojas típicas de la Encina.
  
• Las encinas son árboles de hoja perenne (permanecen en el árbol entre 2 y 4 años), con copa densa y globosa, no alcanzando gran altura, salvo en el caso de ejemplares centenarios que pueden llegar hasta los 27 metros de altura y 800 años de edad. La corteza es dura y densa, agrietada y de color ceniciento. Las hojas juveniles poseen el borde de aserrado a dentado-espinosas, por lo que suelen pinchar si son tocadas. Las adultas son coriáceas, de redondeadas a elípiticas, enteras, de color verde oscuro por el haz y grises-blanquecinas, tomentosas por el envés. Poseen de 5 a 8 pares de nervios.
•  A veces toman porte arbustivo o achaparrado, tras talas intensas o incendios forestales, ya que poseen una gran facilidad de rebrote desde cepa y raíces. Entonces se le aplica el nombre de común de chaparros.
• Los encinares o bosques de encinas, pueden estar adehesados si el hombre ha intervenido limpiando el sotobosque, sustituyéndolo por prados y herbazales destinados al ganado. De esta forma se aprovechan los frutos de la encina, las bellotas, de sabor dulce y de los pastos que crecen en los huecos existentes entre encina y encina. Allí dónde el adehesado no ha sido posible, el encinar se encuentra acompañado por un cortejo de especies típicas del clima mediterráneo, si bien aguanta perfectamente las heladas fuertes y continuas. Es una especie que soporta muy bien la xericidad estival, ya que sus hojas están perfectamente adaptadas a la falta de humedad y fuertes temperaturas de los meses veraniegos.
• Los encinares pueden alcanzar cotas importantes en Sierra Nevada, alcanzando los 2.000 metros de altitud, en donde son sustiruidos por melojares y pinares de pino silvestre. En el conjunto de la Península Ibérica, los bosques de encina poseen una extensión que supera los 5 millones de hectéras. A pesar de la gran extensión que ocupan, sólo es una pequeña fracción de la distribución potencial que presentan los encinares. La disminución del consumo de madera de encina, como combustible, el abandono y despoblación de campos de cultivo marginales en la periferia de las áreas montañosas y la disminución de la presión ganadera, está haciendo que la superficie de encinar esté recuperándose lentamente.
• Fotografía tomada en Sierra Elvira a unos 700 msnm.  

Distribución general

Ecología y Hábitat

Localización en Granada