Los Neurópteros pueden considerarse como una mezcla entre  libélula y mariposa. La Familia Myrmeleontidae a la que pertenece la especie Palpares libelluloides, presenta unas características comunes: grandes ojos compuestos, de geometría globular, alas de gran longitud, siempre plegadas cuando el insecto está en reposo, antenas cortas, curvadas hacia los lados y engrosadas en el extremo y las larvas son terrestres.

 

Esta especie se caracteriza por su abdomen, que presenta varios segmentos con anillados de color negro y amarillo. La alas de hasta 11 cm, son membranosas, están fuertemente nervadas y poseen un color de fondo blanco lechoso, translúcido, sobre el existen una serie de manchas irregulares de color pardo obscuro a negro. Los machos presentan unos cercos en el extremo del abdomen, que usarán para sujetar a la hembra durante la cópula.

Es una especie de la Europa mediterránea.

Viven en herbazales y pastizales efímeros, que se secan durante el verano. Sobre suelos arenosos, imprescindibles para sus larvas.

Tanto adultos como larvas son de dieta carnívora, especialmente de pequeños insectos. Los adultos son claramente de actividad diurna, especialmente intensa en los días más soleados del final de la primavera. Pasan gran parte de la jornada aferrados a los tallos de gramíneas y herbáceas, a unos 30-50 cm sobre el suelo, con las alas completamente plegadas y presentando un perfil difícil de distinguir. A primera hora de la mañana permanecen poco activos, esperando a calentar sus cuerpos, cuando la temperatura ambiente supera los 30º C, es fácil verlos haciendo vuelos no muy largos entre los posaderos.  A pesar de sus grandes y vistosas alas, no son grandes voladores, haciendo desplazamientos muy cortos, rara vez se trasladan más de 5-10m. La vida adulta de estos animales se ve reducida a unas pocas semanas. Son visibles desde finales de Junio hasta los primeros días de Septiembre.

 

La larva vive en suelos arenosos donde excavarán un cráter de unos 5 cm de diámetro. La arena debe ser fina y suelta. La larva permanecerá pacientemente en el fondo del embudo y enterrada a que hormigas y otros insectos de parecido tamaño cagan dentro.  El ataque a la víctima se produce en cuatro fases:

Como el intestino se encuentra cerrado los desechos se almacenan dentro de la larva, siendo expulsados durante la pupación. Una vez terminado su desarrollo la larva posee un tamaño de 1 cm,  momento en el que comenzará la fase de pupa, dentro de un capullo recubierto de arena. El adulto emergerá a finales de primavera, después de haber realizado la metamorfosis. 

 

La dificultad de observar a esta especie estriba en la dificultad de encontrar suelos arenosos que sean propicios para las larvas. El ejemplar de la fotografía fue observado en la Sierra de Lújar (*).