• Terrera adulta en barbecho.

Las Terreras son los representantes más pequeños de la familia Alaúdidos, con unos 14 cm de longitud.

Plumaje dorsal de color terroso pálido, con listas oscuras.

Pico robusto, como el de la Calandria. Garganta blanca con costados del cuello ligeramente moteados, apreciándose en algunos ejemplares una mancha oscura que recuerda a la Calandria. Sin cresta en la cabeza, donde muestra lista ocular clara y capirote ligeramente oscuro.

Cola larga con rectrices externas blancas.

Vientre blanco, sin moteado.

En Eurasia llegan desde el Maditerráneo hasta la estepas asiáticas al norte del Himalaya.

En África ocupan la franja mediterránea y la zona Oriental hasta en extremo sur del continente.

En la Península Ibérica están presentes salvo en la franja norteña que va del prepirineo catalán hasta el Norte de Galicia.

Terrenos baldíos, cultivos de secano, estepas secas con matorral y llanuras salobres con almajos y sosas..

Estival, al llegar el otoño migran a África.

Canta en época de celo insistentemente desde el aire mientras hace frecuentes elevaciones y descensos sin llegar al suelo.

El canto es un gorjeo de pocas notas muy sostenido.

Anida en el suelo, donde construye pequeño nido de hierbas, raices y plumas aprovechando depresiones naturales del suelo.

Se alimenta de pequeñas semillas e insectos.

Gregaria en época de migración. Son frecuentes los grandes bandos de terreras en época de paso en llanuras salobres o cerealistas.

Durante la época de reproducción dejan de ser gregarias.

Hoyas de Baza, Guadix. En el Temple eran comunes los grandes bandos en paso que se cazaban en noches oscuras. Pepe Díaz, comunicación personal.

Siguen viéndose pero en menor abundancia.

La Terrera Marismeña, muy similar, de la que se diferencia por el moteado del pecho de ésta última.

Desconocido. Aparentemente en regresión en las zonas de paso tradicional.