Ave esteparia de mediano tamaño.

Unos 42 cm de longitud. Postura de cuerpo horizontal, con cuello vertical. Patas largas y fuertes, de un ave corredora.

Plumaje pardo finamente vermiculado de negro. Al levantar el vuelo se convierte en un ave de llamativo color blanco por el color de las cobertoras alares. Puntas de las alas negras. El vientre es blanco puro.

El plumaje del macho en celo resalta por la mejilla y el cuello negros y una línea pectoral del mismo color. Una línea gruesa de color blanco cruza el cuello de arriba abajo. La hembra no tiene marcas negras en el cuello y es muy críptica dorsalmente.

El vuelo recuerda al de los patos, recto, con un batido rápido. En vuelo de celo el batido de las alas es "temblón", de menor recorrido vertical.

Desde Asia Central hasta Sur de Europa y Norte de África.

En la Península Ibérica es común en todas las zonas esteparias y cerealistas.

Esquivo y gregario. Siempre hay dentro del grupo algunas aves vigilantes. Si nuestro vehículo pasa cerca del grupo y no se para no se sienten acosados y son capaces de aguantar a distancias de 50 ó 100m, pero a la mínima señal de alarma levantan el vuelo convirtiendo un bando de pájaros casi invisibles entre el barbecho en un llamativo bando de aves casi enteramente blancas.

Sedentario, con los movimientos estacionales y dispersivos habituales en las aves esteparias.

Durante el invierno recibimos aves invernantes de CentroEuropa y los sedentarios se mantienen en bandos compactos. Al llegar la primavera los sedentarios van dispersándose buscando los machos reunir su grupo de hembras separados de otros competidores.

Durante el celo los machos ejecutan saltos aleteando a la vez que hinchan el plumaje del cuello y pectoral y se pelean.

Al levantar el vuelo emiten un siseo característico (ssi-ssi-ssi-ssi.....) producido por la vibración de la cuarta rémige primaria, más corta que el resto, que ha dado el nombre común a la especie.

Se alimenta de granos hierbas, y todo tipo de invertebrados o pequeños vertebrados que queden a su alcance.

Solo la gran avutarda, de la misma familia pero inconfundible por su tamaño. No la hay en Granada.

Vulnerable en España.

La transformación de secanos cerealistas en cultivos de olivar parece que será perjudicial para la especie.

En cambio, la existencia de barbechos de cereal en las formas tradicionales de cultivo aporta una cierta diversidad de hábitats que puede beneficiarla.

Peterson, Mountfort, Hollom. Ed. Omega.