El Búho real es la mayor de las rapaces nocturnas europeas. Las hembras alcanzan los 70 cm de altura, ligeramente mayores que los machos.

Las alas son anchas, redondeadas y más cortas que en las rapaces diurnas de tamaño equivalente. La cola es más bien corta. Su silueta es más maciza que la de las rapaces diurnas.

Plumaje del gris al pardusco-anaranjado manchado, con plumas rayadas verticalmente en la zona ventral y más oscuro y moteado en cuello y dorso.

Como en otras rapaces nocturnas las plumas son sedosas, con barbillas largas que hacen que el vuelo sea absolutamente silencioso, esencial para capturar a presas de hábitos nocturnos que tienen el oído muy desarrollado.

Plumas de las "orejas" negras muy llamativas, grandes ojos anaranjados y careta facial marcada donde sobresale el gran pico negro.

Las patas son emplumadas hasta los tarsos, que acaban en cuatro dedos con potentes garras aceradas.

Toda Eurasia salvo la tundra ártica y mitad norte de África.

En la Península Ibérica es común aunque escaso en todas las regiones.

Sedentario.

Bordes de bosque, evitando zonas frondosas, matorrales con rocas salteadas, zonas cultivadas, etc.,  muy adaptable al medio siempre que existan roedores y zonas de refugio.

Se podría decir que tiene especial preferencia por paisajes en mosaico, donde existan manchas arboladas, cultivos, y matorrales, arroyos con sus orlas de arbolado y algún roquedo solitario donde refugiarse durante el día y reproducirse.

Solitario como todas las grandes rapaces. Inactivo durante el día. Se mantiene oculto en roquedos,  o árboles frondosos a cubierto de la ira de las rapaces diurnas y los córvidos que no lo dejan en paz si lo descubren.

Al caer la tarde suele emitir su canto, algo parecido a un "uuu-hu" no muy fuerte.

Es más activo al amanecer y al anochecer que en la mitad de la noche.

Se alimenta de conejos, liebres, ratas, ardillas, otros roedores de parecido tamaño, aves, incluso anfibios. Casi todas las aves de nuestra fauna están a su alcance y muestran una mutua agresividad especialmente frente a otras rapaces, posiblemente porque compiten por los mismos recursos aunque a diferentes horas del día.

Anida en roquedos, árboles huecos e incluso nidos viejos de córvidos en función de lo que ofrezca el medio. No construye nido sino que pone dos a cuatro huevos directamente en una depresión de una repisa. Los pollos, que nacen a los 35 días con plumón blanco se van emplumando de pardo y vuelan tras unos 70 días.

La incubación comienza con la puesta del primer huevo por lo que el nacimiento es asincrónico, lo cual da lugar a que en el nido haya pollos en estados de desarrollo asincrónico. Este fenómeno, común en rapaces favorece una mejor alimentación de los pollos que nacen primero, que compiten con ventaja por la comida con sus hermanos menores.

En sus egagrópilas, restos indigeribles que vomita en un posadero tras la digestión,  podemos encontrar casi siempre vértebras y huesos largos de conejo, uñas, raquis de plumas, mandíbulas de roedores medianos y abundante pelo de conejo muy compactado envolviéndolo todo. Éstas suelen tener entre 3 y 4 cm. de diámetro y 7 a 8 de longitud.

Repartido por toda la provincia aunque escaso, desde Sierra de la Sagra hasta Motril.

La escasez de sus efectivos aconseja no citar localidades concretas.

Amenazado por la escasez de recursos, fundamentalmente conejos, choque con cables y electrocución en posaderos, disparos, etc.

Peterson, Mountfort, Hollom, Ed. Omega.

Observación personal.