• Macho de ruiseñor cantando semioculto por la vegetación.
• Obsérvese el color claro del vientre y rojizo del dorso.

El ruiseñor es un pájaro muy esquivo, difícil de ver.

Unos 16 cm de longitud total. Color pardo rojizo en el dorso y vientre claro. La cola, que a menudo mueve y levanta, es larga y de color rojo ladrillo.

Pico fino y patas asimismo finas y largas.

Nidificante en Europa, con límite en el sur de Inglaterra y Dinamarca por el norte, llegando hasta Asia Central, y en el Norte de Marruecos.

Invernante en el África tropical, al norte del Ecuador.

En la Península Ibérica  cría en todas las regiones, incluyendo las islas Baleares. Escaso en la cornisa Cantábrica.

Espesuras. Allí donde haya vegetación arbustiva, especialmente zarzas (Rubus spp.), siempre cerca del agua, sea esta en acequias, arroyos, bordes de lagunas o sotos de grandes ríos.

Bosques, huertas, parques y jardines.

Construye el nido en lo más espeso de los zarzales cerca del suelo.

Escondedizo por naturaleza, es realmente difícil de ver con calma, apenas una sombra que se muestra y se vuelve a ocultar en la espesura. Incluso cuando el macho está cantando, va cambiando de posadero pero no se suele dejar ver. Habitualmente el único rasgo que podemos ver es su cola rojiza ocultándose entre las zarzas.

Su canto pasa por ser el más variado del registro sonoro europeo. Canta tanto de día como de noche, especialmente al atardecer, desplegando un canto muy variado donde alterna trinos con sonidos aflautados. A menudo introduce notas nuevas en la secuencia de canto, de modo que se puede decir que nunca es el mismo.

Se alimenta principalmente en el suelo, de lombrices e insectos de la hojarasca.

Alimenta a sus pollos con orugas y mariposas principalmente. Come abundantes frutos en el otoño previamente a la migración.

No amenazado, si bien sus poblaciones parecen haber  sufrido un fuerte descenso en los últimos treinta años.